Respirar el silencio de la música….
Ayer por la tarde cuando llegue al CIA, mi escuela de música, estaba todo silencioso...Mientras salían los alumnos de la clase anterior, me senté a esperar...Pude disfrutar de la gran tranquilidad, escuchar cada uno de los instrumentos, las guitarras, los violines, los pianos, las voces coloridas de los alumnos de coro, las voces tan expensas de los sopranos...No podría decir cual me gusto mas...No me cansaba de escuchar ese silencio, y de respirar la música...La tranquilidad fue aumentando, al igual que el gozó...
Termino la espera y entre a mi clase...No sentí la velocidad del tiempo, me pareció que había estado un instante...
Creo que me eh vuelto adicta a esto...Escuchar el eco invisible de la música, cada nota, cada acorde en mi guitarra, escuchar las vibraciones de las paredes...Aun cuando ya no se escucha nada...respirar el aire que producen el roce de los dedos en cada cuerda...
...Nada se presta tanto para alegrar al melancólico, para entristecer al alegre, para influir coraje a los que desesperan, para enorgullecer al humilde, y debilitar la envidia y el odio como la música...
Ayer por la tarde cuando llegue al CIA, mi escuela de música, estaba todo silencioso...Mientras salían los alumnos de la clase anterior, me senté a esperar...Pude disfrutar de la gran tranquilidad, escuchar cada uno de los instrumentos, las guitarras, los violines, los pianos, las voces coloridas de los alumnos de coro, las voces tan expensas de los sopranos...No podría decir cual me gusto mas...No me cansaba de escuchar ese silencio, y de respirar la música...La tranquilidad fue aumentando, al igual que el gozó...
Termino la espera y entre a mi clase...No sentí la velocidad del tiempo, me pareció que había estado un instante...
Creo que me eh vuelto adicta a esto...Escuchar el eco invisible de la música, cada nota, cada acorde en mi guitarra, escuchar las vibraciones de las paredes...Aun cuando ya no se escucha nada...respirar el aire que producen el roce de los dedos en cada cuerda...
...Nada se presta tanto para alegrar al melancólico, para entristecer al alegre, para influir coraje a los que desesperan, para enorgullecer al humilde, y debilitar la envidia y el odio como la música...