El ruido de la carreta. . .
Cierta mañana, mi padre me invitó a dar un paseo por el bosque y acepte con placer. El se detuvo en una cuerva y después de un pequeño silencio me preguntó: Además del cantar de los pájaros, escuchas otra cosa más.
Agudicé mis oídos y algunos segundos después le respondí: estoy escuchando el ruido de una carreta. Eso es – dijo mi padre -.
Es una carreta vacía. Pregunte a mi padre: ¿Cómo sabes que es una carreta vacía, si aun no la vemos? Entonces mi padre respondió: es muy fácil saber cuando una carreta está vacía, por causa del ruido. Cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace.
Me convertí en adulto y hasta hoy cuando veo a una persona hablando demasiado, interrumpiendo la conversación de todo el mundo, inoportuna, presumiendo de lo que tiene, y lo mas seguro no tiene nada; de sentirse prepotente y haciendo sentir menos a la gente, tengo la impresión de oír la voz de mi padre diciendo “cuanto mas vacía la carreta, mayor es el ruido que hace”.
La modestia consiste en callar nuestras virtudes y permitirle a los demás descubrirlas.
Nadie está más vació que aquel que está lleno de si mismo.
(Autor desconocido).